Lachlan Morton es un ciclista australiano de ruta y de montaña, tiene 29 años y actualmente corre con el equipo de EF. A finales de junio, apenas unos días antes de que el Tour de Francia empezara, EF anunció que Lachlan correría el “Alt Tour” su propio Tour de Francia en el que buscaría volver a la esencia original del Tour. El ciclista correría cada kilometro de la carrera, más las distancias de traslados sin ningún tipo de asistencia.
No recibió asistencia mecánica, ni se hospedó en hoteles, ni tuvo carros de apoyo, ni hizo los traslados entre etapas en bus o en avión. Todo su equipo y sus recursos iban con él en la bicicleta. Mientras los corredores del Tour descansaban en hoteles, con comidas completas y masajes de recuperación, Lachlan acampaba en potreros cerca a la ruta y comía pan con frijoles de lata.
Además de ser un reto para sí mismo y un homenaje al espíritu del Tour original, hizo esta travesía para recaudar fondos para la fundación World Bicycling relief que donaría bicicletas como medio de transporte a los jóvenes de regiones de poca infraestructura para facilitar su acceso a la educación.
Lachlan empezó su viaje el mismo día que empezó el Tour oficial, cuando el pelotón de corredores volvía a su hotel en Brest al noroccidente de Francia, él seguía su viaje. Ese día rodó 11 horas hasta llegar al inicio de la segunda etapa. Tras empezar unas horas después de los corredores, el reto de los primeros días era aprovechar al máximo las horas del día para superarlos y lograr ventaja sobre ellos, adelantándolos lo más posible para vencerlos en la llegada a los Campos Elisios.
El tercer día de su viaje Lachlan ya iba más de 1.000km recorridos y estaba alrededor de la mitad de la quinta etapa mientras el Tour oficial iba iniciando la etapa 4. Ese mismo día decidió rodar con un par de sandalias porque tenía una rodilla inflamada, lo que le sirvió mucho para la rodilla pero 2 días después le ampollaron los pies, lo cual también fue un inconveniente para él pero lo resolvió cortándoles una de las tiras de plástico y siguió rodando, no era nada que pudiera detenerlo.
Para el 3 de julio, en el día 8 de su viaje Lachlan iba en el recorrido correspondiente a la etapa 9, la segunda de montaña plena y planeaba seguir rodando mientras los corredores oficiales tenían su día de descanso después de terminar la novena etapa para consolidar su ventaja sobre ellos.
El día 13 de su viaje, después de haber pasado muchas dificultades físicas, ambientales y logísticas, más de 3.600km recorridos, Lachlan dudó que pudiera llegar hasta París. Afortunadamente ese fue un día particularmente bueno para él ya que pudo almorzar con su esposa en una de sus paradas del día y Rohan Dennis, ciclista australiano, lo acompañó durante varios kilómetros en su recorrido de la tarde. Al finalizar ese día había recuperado su ánimo y recorrido 263km más.
El día 16 del viaje, Lachlan completó la etapa 20 y avanzó en la distancia de traslado hacia la etapa 21 mientras que el Tour oficial iba en la etapa 15. Lachlan estaba a escasos 574km de su meta, después de haber recorrido 4.936km y ya había conseguido superar por más de 5 etapas a los corredores del Tour oficial, había garantizado que los vencería en la llegada los Campos Elisios.
La noche del 12 de junio recibió una visita sorpresa de su papá que pasó un par de horas con él antes de su último recorrido hacia los Campos Elisios, Lachlan decidió pasar la noche rodando para llegar a París en la madrugada del 13 de junio.
¡Finalmente el 13 de junio a las 5:30 de la mañana Lachlan llegó a los Campos Elisios! Después de haber recorrido 5.510km, rodando hasta 15 horas por día, logró su meta de hacer el Tour de Francia completo, sin apoyo ni traslados en otros medios de transporte retomando el espíritu original del Tour y vencer a los equipos que corrían el Tour oficial llegando primero que ellos a la meta final. Más importante que eso, logró inspirar a cientos de ciclistas al rededor del mundo y recaudar, para el momento en que terminó, 422.356 euros para apoyar la causa de World Bicycling relief y ayudar a jóvenes al rededor del mundo a que la falta de transporte no sea un impedimento para su acceso a la educación.
MANUELA ERAZO
Cineasta colombiana, productora ejecutiva de podcast y proyectos audiovisuales independientes. Es una apasionada del aprendizaje en distintos ámbitos y siempre busca expandir sus límites e ir más allá en todo lo que hace.
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